Siempre que abrazo a mi mamá quiero regresar a su panza. Todo estaba bien ahí adentro, todo era tranquilo y feliz. Sus alegrías, sus esperanzas y su música eran mías también. Ayer estaba escuchando a una de mis bandas favoritas, The Beatles, y una canción en especial, In my life. Mi mamá estaba cocinando. Unos cuantos metros nos separaban, cuando de repente, así de loca, me dijo:
Yo escuchaba a los Beatles cuando te tenía en la panza.
En ese preciso instante sentí que volví a ella, a la panza de mamá. Pude sentir el calor que nos llena cuando estamos felices, cuando nos sentimos tan bien que queremos salir corriendo y no parar nunca. La música nos salva de tantas maneras que es imposible no creer, no sentir, no amar con y junto a ella.
domingo, 14 de agosto de 2011
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